jueves, 25 de febrero de 2010

La vida es una mierda

Cuenta una leyenda muy Antigua, que al parecer un día se levanto el sol con pocas ganas de hacer su labor. Así que se dirigió a la luna, y le pregunto si le podría hacer una sustitución durante unos días.



Después de tantos años de arduo trabajo el sol se encontraba al limite de sus fuerzas, eso de tener que estar todo el día irradiando luz, calor, le había trastocado, y durante unos días se quedo en su casa aguardando a que se acabara este cansancio que tenia. Uno de esos días se acerco a verlo la Luna.



­ - Hola buenas señor Sol como se encuentra de sus males, pregunto la Luna.



­ - Gracias señora Luna, pues ya ve aquí convaleciente, respondió el sol.



­ - Pues solo venia a decirle, que por ahora allí abajo todo sigue igual, con menos luz, eso esta claro, pero sigue igual. Que no se preocupe, que cuando usted se encuentre bien se reincorpore.



­ - Muchas gracias señora, menos mal que tengo una compañera de trabajo como usted.



Pasaron días y días……, semanas y semanas…., meses y meses….., y un día apareció la señora Luna a visitar al señor Sol. Ese día al parecer venia un poco más excitada de lo normal…



­ - Hola buenas, señor sol, como esta. Como ya sabe usted….yo tardo un mes en dar una vuelta a la tierra. Pues últimamente, quizás sea por la falta de Luz, y que hace mucho mas frío, que la luz durante el día no existe, que la tierra se ha convertido en un lugar en el que falta calor, color de vida, alegría, felicidad. No se señor sol como se encuentra, pero creo que debería volver, por que a todo esto debemos sumar que cada vez el hombre se encuentra en una situación mas delirante. Cada vez hay más guerras, más hambre, más violencia, más explotación y todo ello amparados en la oscuridad, contó la Luna.



­ - Al parecer el hombre no puede vivir sin la luz y el calor que les doy. Ósea según me cuenta usted, los hombres se están volviendo locos, o como se les decía en la antigüedad Lunáticos, respondió el sol.

­ - Eso parece. Yo solo le puedo decir que como usted no sale últimamente, pues yo cada vez tengo menos luz, y esa oscuridad ha sido el amparo de estos cambios.



­ - Bueno no se preocupe señora Luna que esto lo soluciono yo, respondió el sol.



Cuando se hubo ido el sol continuaba hablando solo. El sol farfullaba solitario haciendo palabras inconexas, y frases que no tenias ningún sentido. Solo se escucho al terminar de hablar consigo mismo, una frase muy clara.



­ - Estos se van a enterar de quien soy yo.



Termino esa noche, y al día siguiente salio el sol, el amanecer volvió a ser resplandeciente, las flores brotaron de sus capullos, los pájaros empezaron a cantar de nuevo, los animales renacieron y se tumbaron al sol, los hombres surgieron de sus casas y se fueron al campo o a la playa, a disfrutar del sol.

Desde entonces el hombre decidió idolatrar al sol, y sus contrarios a la luna. Desde entonces el hombre construyo un ídolo al que adorar, y sus contrarios un tótem al que idolatrar.


Entonces fue cuando la historia empezó a ser historia, por que unos pocos decidieron que debían recordarlo para la posteridad. Y la leyenda, empezó a convertirse en tradición, la cual variaba de un lugar a otro. Pero que a pesar de todo, en el fondo, muy en el fondo, todo fue por culpa de un día que el sol no quiso ir a trabajar.



- Y aun así, todavía hoy día, el sol no ha dicho su última palabra……






JOAO MINO

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