lunes, 29 de julio de 2013

lunes, 13 de mayo de 2013

8 years old Jonny Mizzone


Musa.

Despues de tantos años intentandolo, había decidido escribir un libro. La verdad, que mi objetivo era escribirlo, pero todavía no sabía, ni de que iba a ir, ni nada. Esto me llevaba a la búsqueda de una inspiración que se me negaba. 

Para buscarla, salía todos los días temprano, compraba el periódico, y me dirijía a un pequeño parque cerca de mi casa, donde me sentaba a ojear el periódico, mientras perdía mi mirada en distintas situaciones cotidianas. Con esto intentaba matar el tiempo, así como también, poder satisfacer mi espíritu de búsqueda. Todavía asaltaban en mi dudas, sobre en que basar mi libro.

Como todos los escritores, mi defecto estaría más en la búsqueda de escribir una obra que fuera recordada en la posteridad, más que en el simple hecho de escribir. Esta exigencia que tenía sobre mi mismo, hacía desdeñar cualquier papel que saliera de la impresora si no fuera digno de ser leído y recordado. Todo esto al final, lo único que suponía es que no escribiera, y viviera una vida bohemia sin futuro aparente.

Pasaban los días, y como simpre mi rutina se convertía en una pequeña esclavitud diaria. 

Un día estando en el parque, me fije en una niña, que me miraba fijamente. Pasanron los días, y pude darme cuenta que la niña seguía allí, y que cada vez se acercaba más a mí. Un día, decidí dejar el periódico y mirarla fijamente. Ella se acercó y se sentó en mi banco. y me preguntó.

- ¿Por que vienes a quí todos los días?
- Para verte, le respondí.

Ella sonrió.

- ¿De que te ríes?, le pregunté.
- No sé, pero me haces reir, es como si te conocierá de algo, respondió.

En ese momento, la madre la llamó, y antes de irse, me besó y salió corriendo.

Cuando llegué esa noche a casa, me pusé a escribir. me pasé toda la noche y al día siguiente. Y todo lo que escribí, fue de mi agrado. Me pareció que todo lo escrito estaba lleno de significado, parecía que por fin, tenía algo interesante que contar. Pasé dos días más encerrado, buscando palabras que reflejarán una historia, cuando me quedé sin ellas, decidí salir,

Como todos los días, compré el periódico, y me sente en mi banco. La niña no apareció esa mañana, y pasarón los diás. Uno de ellos mientrás me mantenía absorto entre los distintos artículos del periódico, se me acercó una mujer. Esta me preguntó.

- Oye, por favor, te puedo hacer una pregunta, me preguntó.
- Claro, digame.
- hace unos días, ¿no se te acercó una niña?
- Si le dije, una niña de unos seis años.
- Es que, ha desaparecido, es mi hija, me respondió.
- Como, no puede ser....., le respondí.

La mujer empezó a sollozar, mientras me contaba lo sucedidó. Una vez que hubo terminado, y cuando se levantaba para irse, le pregunté.

- Perdona, como se llamaba tu hija, por si la veo, para decirle que la estas buscando.

Ella se dió la vuelta, y entre lagrimas, me respondió.

- Musa.

Mi cara de perplejidad, ya no fue objeto, de su mirada, y mientras ella se iba, entre susurros dije.

- Musa, la diosa de la inspiración... 


   

domingo, 7 de abril de 2013

A veces..solo a veces.

En lugares abarrotados de sudores,
con lugubres luces llenas de cansancio,
despues de una larga noche.
Entre vasos rotos, pies pegados,
como arboles en la cienaga.

Entre conversacioes de personajes
sin personalidad, como fruto de imagenes
sociales llenas del hastio de la coincidencia.

Entre copas, charlas, discusiones, mujeres,
amores de una noche que asaltan el recuerdo
del viejo, el presente del joven, y el futuro del
niño.

Entre el ayer y el hoy,
hay solo un paso,
entre tu y yo.
un abismo.   

sábado, 9 de marzo de 2013

jueves, 14 de febrero de 2013

Cosmos- Carl Sagan- Episodio 1


Un palo peculiar.

Esperabamos a que nos hiciera la señal, mientras estabamos agazapados
detras de la valla metálica que rodeaba el centro comercial. Desde el
otro lado pudimos ver la señal, las luces del coche se encendieron, avisan-
donos de que el guardia de seguridad había dado la vuelta de reconoci-
miento por el exterior.

Ahora se suponía que se introduciría en la garita y de ahí ya no saldría en
toda la noche. Nosotrossolo esperabamos que fuera gloton como parecía,
y se quedará comiendo toda la noche, sin dar problemas.

Una vez habíamos visto la señal nos dirijimos al lugar indicado, y
nos introdujimos por la abertura que se encontraba dando a los servicios
de los empleados, las obras que se estaban haciendo nos daban un sitio
por el que poder acceder al complejo.

Una vez dentro, nos dirijimos al departamento de los moviles, ibamos
a tiro hecho, unos  aparatos de última generación, fáciles de guardar y
por los que podíamos obtener unos buenos beneficios.

Después nos dirijimos a los ordenadores, y de allí recojimos unos
cuantos de pocas pulgadas, así como unos Ipad, que también tenían
muy buen mercado.

Cuando ibamos a salir, mi compañero me dijo que quería llevarle algo
a la niña, nos fuimos a juguetería a recogerle una muñeca, y como
había tantas, una de ellas se le escapo, callendo y montando un
buen jaleo.

- Quien anda hay, se escucho desde la zona de la garita.

Reculamos hacía atras, y nos metimos en una sala, debía ser una
vestidor habilitado para los obreros. Le dije a mi compañero, que se
pusiera rápido un mono, y metimos todo lo robado en un saco de obra.

Nos colocamos detras de la puerta, y de buenas a primeras esta se abrió.
Entoncés pude ver al guardia de seguridad, era paco un antiguo
compañero del colegio.

- Hombre Antonio que haces por aquí me dijo, Paco.
- Pues ya ves Paco, que sino llega a ser por ti, nos quedamos aquí
  toda la noche.
- Y eso?, me preguntó.
- Pues creo que esta puerta, no anda bien, vere mañana si le puedo
   echar un rato y la arreglo.
 - Bueno, pues que no se diga mas, que los obreros  también tienen
    derecho al descanso.

Paco nos condujo a la salida, y una vez allí se despidio de mi con efusividad.

- Bueno amigo, cuidate y hasta otra.

Mi compañero no salía de su asombro. Habíamos salido por
la puerta después de que nos hubieran cogido, esto no era real
decía, era un chiste.

Pasaron los días, y no me entere de nada, la policia no apareció
a buscarme, yo la esperaba, pero quizás Paco, se quedo mudo,
al descubrirse el pastel al día siguiente.Creo que al final,
empezaron a despedir gente del personal,creyendo que alguno
se lo había llevado despistando a los compañeros.

Aún así, también pensé que Paco no dijo nada por no quedar
como un idiota. De todas formas, y con el pasó del tiempo siendo
ya unos jubilados, nos reirmos de aquellos momentos, como dignos
de ser contados para los nietos, eso si sin decir nombres.